Os presento al magnífico y precioso saúco de casa, acompañado por sus inseparables Ortigas y Galio.
La historia de este mágico árbol y protector de nuestro hogar es preciosa, en cuanto a la ayuda humano-naturaleza y por su espíritu fuerte de supervivencia.
Cuando mi compañero de vida llegó a esta casa, se dio cuenta de que los obreros, durante la construcción, habían tirado toda clase de runa y desperdicios en la parte de atrás de casa y cuando bajó a hacer limpieza descubrió que allí entre piedras, estaba atrapado el tronco de un pequeño saúco.
Retiró toda la runa liberando al árbol y se dio cuenta que su tronco había sufrido, estaba tocado por varios lugares, con roturas y daños en ramas, tronco y raíz.Así que una vez liberado se encargó de su cuidado para ver si sobrevivía.
Cuando yo llegué el año pasado, el saúco apenas contaba con hojas y mucho menos flores, ya que no tenía suficientes fuerzas. Así que mi compañero y yo nos pusimos manos a la obra y le dimos cuidados intensivos y amorosos.
Podamos sus ramas muertas con rapidez y respeto, le mimamos y ofrendamos.
Esta primavera, día a día, hemos visto su evolución. Y me emociona y alegra el corazón ver lo hermoso que está y la abundancia de su ser, como ha resurgido la vida en todo su esplendor, y le agradezco por este regalo.
Es precioso.
En la foto también se aprecia una cajita de madera, un nido de pájaros, hecho a mano por el manitas de la casa, y este año nos sentimos felices y honrados, porque tras dos años vacía, dos colirrojos han anidado y la hembra ha puesto 6 increíblemente preciosos huevos.
Ya contamos con 4 nidos de golondrinas y ahora los pequeños colirrojos, somos familia numerosa!
En el próximo post os hablaré de virtudes del saúco y como nos ayuda a mantenernos sanos.
La naturaleza sana!