Esperando…
Y es que todo en la vida se toma su tiempo, solo hay que observar la naturaleza.
De poco sirve forzar las cosas para adaptarlas a nuestras necesidades.
Respeto, escucha y observación nos regala la presencia plena que nos permite disfrutar de lo que nos rodea y fluir con los pequeños cambios que se suceden a diario.
Pequeños milagros que se muestran ante nuestros ojos.
El despertar de una flor, los brotes que asoman de los árboles, las pequeñas mariposas que comienzan a aparecer, el reverdecer de la naturaleza, el cambiante firmamento.
Y en la quietud observo como todo se transforma, como el líquido elemento abraza el alma de flores y plantas y su medicina se va sintiendo.
Acariciado por rayos de Sol y de Luna y acompañado por el canto de los pájaros. Esperando pacientemente su ciclo para poder ofrecer lo que con su ayuda y mensajes he creado.